En el verano de 1933, el director del Instituto de Etnografía dependiente de la Universidad Nacional de Tucumán, Alfred Metraux, comandó una expedición hacia el Río Pilcomayo para recabar información sobre las comunidades originarias que allí habitaban y su civilización.
Este y otros emprendimientos similares a distintas geografías del Chaco y Bolivia, fueron parte del desarrollo de una obra de salvación que consistió en la publicación de “documentos, objetos, mitos y diccionarios de las razas de Sud-América, sobre todo las que estaban en vía de desaparición”.
Durante la dirección de Metraux, el Instituto de Etnografía entró en efervescencia gracias a su firme devoción por descubrir y analizar las formas de vida de los distintos grupos indígenas.
Fuente: Archivo Histórico. La Gaceta 15/4/1933.